La campeona del mundo sufrió una enormidad para doblegar a una Croacia que puso contra las cuerdas al campeón para al final quedar eliminada. España pasa como primero e Italia es segunda. Un desenlace previsible en el fondo, pero no en la forma.
Desde el inicio se vio que no había arreglo ni nada parecido (un 2-2 clasificaba a ambos equipos). Lo que sí hubo fue mucho aburrimiento en la primera parte y máxima tensión en la segunda. Croacia renunció a construir y España nunca encontró ese ritmo que tanto necesita para sentirse cómodo en la cálida noche de Gdansk.
Slaven Bilic, el seleccionador croata, planteó un encuentro lleno de precauciones, llenando de jugadores la medular hasta igualar a su rival en esa zona. Situó una doble marca sobre Xavi Hernández y España se atascó en la conducción. A cambio, Croacia vivió casi todo el tiempo lejos del arco de Iker Casillas.
Apabullante
La posesión de España fue apabullante en la primera parte (68 por ciento), pero de muy poco le sirvió. Primero, por sus numerosas pérdidas de balón. Y segundo, porque pisó muy poco la zona de peligro croata. Amagó hasta tres cuartos de campo, pero nunca pasó de ahí. Mientras, Croacia se quedó en mitad del campo.
España tardó 12 minutos en probar al arquero Stipe Pletikosa. Luego le llevó otros tantos minutos volver a disparar a portería, con un tiro de Fernando Torres repelido de nuevo por el arquero croata. Muy poco, toda una regresión respecto a lo visto ante Irlanda en el anterior encuentro.
La selección española vivía básicamente de las intervenciones del dúo compuesto por Andrés Iniesta y David Silva, sus dos jugadores más activos. Pero España no suele disfrutar de las exhibiciones individuales, sino que su peligro está más bien en la intervención coral. Y no hubo nade esto en la primera parte. Cada dos pases llegaba una entrega al contrario.
Defensivos
Mientras, a Gdansk llegaban noticias del gol del italiano Antonio Cassano. Con el empate sin goles, España era segunda, Italia quedaba primera y Croacia estaba fuera. Pero con un tanto balcánico, la campeona de Europa estaba eliminada. En este escenario, comenzó la segunda parte.
Poco cambió, si acaso pareció que Croacia disimulaba su propuesta defensiva adelantando algo más la posición de Lukla Modric, intentando ayudar a un inédito Mandzukic. España mantenía sus mismas constantes vitales: posesión… y pérdidas.
Y Croacia mandó un aviso a la campeona, mucho más que serio. Ocurrió a los 59 minutos, cuando Modric inventó y puso un sensacional pase sobre Ivan Rakitic. Entonces apareció Iker Casillas e hizo una de las grandes paradas del torneo. El capitán español volvió a aparecer en un momento clave.
A Del Bosque le incomodó la angustia y reaccionó fulminantemente: fuera Torres, dentro Jesús Navas. Otra decisión de Del Bosque que se someterá a análisis en los próximos días. España volvió a jugar sin puntas, sólo con los pequeños. Su hinchada no pareció entenderlo y comenzó a gritar el nombre del delantero Fernando Llorente.
España se clasificó hoy con suprema angustia para los cuartos de final de la Eurocopa tras ganar 1-0 a Croacia gracias a un gol de Jesús Navas a dos minutos del final.
Fuente: elmundo.com.sv