Calificar se hace imposible
Trinidad y Tobago 2-2 Guatemala. No alcanzó el esfuerzo de Carlos Ruiz, no alcanzó el doblete, ni el gol de record, ese record que solamente le servirá para hacerle eterno, pero para quienes le conocen sabrán que cambiaría todo por haber alcanzado la esquiva plaza mundialista, le restan dos goles para el record, esperó como muchos que lo alcancé.
Cinco intentos contabiliza la era Carlos Ruiz desde la eliminatoria rumbo a Francia 98, el mejor de ellos fue el protagonizado rumbo a la Alemania de 2006, un duelo en el mismo país, en el mismo puerto, en el mismo escenario, nos daría la tarde más triste de la historia hace tan solo doce años, la historia se volvió a repetir la noche de ayer viernes, el esfuerzo de nuestra selección habría sido nuevamente en vano.
Guatemala necesitaba ganar y lo tenía muy claro, mientras que Trinidad no arriesgo hasta verse en desventaja, prueba de ello fue nada más y nada menos que Carlos Ruíz quien abriría el marcador al ser correctamente asistido por Cristian Jimenez, la ilusión de la afición se observaba abiertamente en las redes sociales y en cualquier rincón de esta tierra donde estuvieran reunidos siguiendo este encuentro por demás que decisivo.
La alegría no duro demasiado, como ya estamos acostumbrados, errores que se pagan caro, un gol producido desde un saque de banda, falta de marca y velocidad dejaron solo al goleador de frente de un Paulo César Motta muy desprotegido, el balón pasó caprichosamente entre las piernas del experimentado guardameta, faltaban segundos para el final y considero que está fue la clave para perder la clasificación.
Guatemala tuvo la ventaja durante el primer tiempo y no la aprovechó, quién sabe que pasaba en la cabeza de Claverí quien tampoco arreglo nada en el segundo tiempo, claro que no había nada que arreglar, Guatemala había sido superior aunque hay que hacer un paréntesis con la defensa, aunque había lo mejor que tenía se llego primero a la ventaja debido a que los trinitarios fallaron clamorosamente de frente al arco de Paulo César Motta.
Durante el segundo tiempo se vio a una Guatemala muy venida a menos controlaban el partido por momentos pero muchos jugadores claves volvieron a desaparecer, Trinidad tomaría ventaja y adiós al sueño, el golpe psicologico fue mortal para los planes de Claverí, aunque se habían preparado para cualquier escenario el más complicado siempre será el ir perdiendo, Guatemala no podía hacerse hacía atrás pues serían bombardeados hasta que por fin cayera el gol, el cual llegó en su momento, tampoco podían jugar al filo de la navaja (al fuera de juego), prueba de ello Cristian Jimenez se hizo expulsar al verse superado por un largirucho local.
El tiempo apremiaba donde solamente había un incomprendido, el cual se negaba a quedar eliminado de esta manera, Carlos Ruiz anotaría a tres minutos del final el empate a dos, producto de un rebote en el área, sería uno de los goles más extraños de Ruiz con selección pero solamente serviría para avivar la esperanza que duraría alrededor de 7 minutos más con el descuento, pero no, Guatemala no está hecha para esto, solamente Ruiz y un par más mecen un mundial el resto no, y prueba de ello una vez más no hemos sido eliminado por el mejor, sino hemos perdido por nuestra falta de nivel en un juego que amamos pero lastimosamente aún no dominamos.
Gracias capitán por tanto, y perdón por tan poco.