El trago amargo que tomó Municipal en el último Torneo Clausura 2013, en el cual no disputó la fase final y en algún momento estuvo cerca de las posiciones de descenso, es uno de los aspectos que ayer se abordaron en el Diálogo Libre, que tuvo como invitado a Gerardo Villa, presidente del equipo edil.
El dirigente aseguró que el club se integró para la próxima campaña con el entrenador chileno Fernando Díaz como máximo responsable y con la intención de volver a ganar la corona, como ha sido costumbre de los escarlatas en la historia del futbol guatemalteco.
¿Qué le pasó a Municipal en el pasado Clausura?, porque tuvo un torneo atípico, tomando en cuenta los antecedentes del equipo.
Es una pregunta difícil de responder, porque hasta para nosotros mismos no tiene lógica que un mismo conjunto, cuya mayoría de integrantes jugó 10 finales consecutivas, entró en una racha negativa y que hizo sufrir a la gente por el tema de los puntos acumulados. Eso quedará como una temporada atípica, inusual e inexplicable.
¿Quién formó a Municipal en los dos últimos torneos?
Fue Javier Delgado —entrenador costarricense que estuvo en la campaña del 2011-2012—. Él tomó el equipo después del uruguayo Manuel Keosseian, que obtuvo un campeonato y un segundo lugar, pero no se pudo mantener a un Municipal líder, al cual estamos acostumbrados.
La justificación que se dio siempre fue que Delgado no conjuntó al equipo, sino lo heredó.
La temporada 2012-1013 nace con la planificación de él —Delgado—. Incluso se cumplió con una gira en Costa Rica que no fue positiva desde el punto de vista deportivo. Después vino aquel desafortunado inicio, con la eliminación en la Concacaf, lo cual provocó su salida.
¿Los resultados marcaron los cambios de entrenadores?
Delgado tuvo el tiempo suficiente. En un torneo fue campeón, mientras que el siguiente lo perdió dramáticamente en penaltis, a pesar de sufrir la expulsión del portero Jaime Penedo al principio del partido.
Él tuvo la libertad de escoger y armar su cuadro, por lo que se pensó en un cuadro más contundente, pero no se dio. Sentimos que con Javier no se lograron los objetivos, a pesar de que estuvo 16 meses.
Después contratamos a Ramón Maradiaga, que es un técnico conocedor del medio guatemalteco, con éxitos, como cuando estuvo al frente de la Selección de Guatemala, que se quedó a un paso de clasificar al Mundial del 2006, con títulos logrados en Honduras y que 10 meses antes había goleado con el Motagua a Municipal, en la eliminatoria de la Concacaf.
Entró con triunfos, pero no encontramos el ritmo de trabajo para recuperar el cetro que perdimos contra Comunicaciones. Además, pensamos que hubo demasiados espacios libres. Vino el mal torneo, por lo que optamos por el cambio y llegó el chileno Fernando Díaz.
¿Está satisfecho con Díaz?
Definitivamente. Cuando llegó al equipo tenía en contra las matemáticas y tomó un equipo que se acostumbró a perder, y fue muy complicado clasificar. Además, tuvo que trabajar con la lesión de Jaime Penedo casi desde su llegada. Después se lesionó el delantero brasileño Leandro Barrios y Municipal estuvo débil para la final del torneo.Ante esa situación decidimos terminar con él y evaluamos quiénes seguirían y quiénes se irían.
Municipal se caracterizó por no cambiar técnicos prematuramente. ¿Allí estuvo el problema?
Si vamos a las estadísticas, no, porque primero se le da continuidad a Éver Hugo Almeida, pero él tuvo un enorme desgaste con el equipo y grandes diferencias con algunos jugadores. Como presidente lo sostuve por cuatro meses más. Todo se terminó en un partido amistoso en Estados Unidos, en donde fuimos goleados.Pero dejamos claro que quedó una sensación positiva, porque en tres años se ganó igual cantidad de títulos de liga, dos torneos de Copa y uno de Uncaf. Luego vino el argentino Enzo Trossero, quien tuvo una entrada similar a Almeida. Conquistó torneos de liga y de la Uncaf, hasta que logramos el pentacampeonato. Lo que la gente no sabe es que Trossero tenía pánico de lo que venía, porque vio que ese equipo se envejecía. Le llegó el turno a Víctor Hugo Monzón y empezamos bien, pero después el equipo se cayó. Posteriormente contratamos a Jorge Benítez, también argentino, y fuimos eliminados en otra semifinal. Benítez es un buen técnico, pero muy especial, centrado en sí mismo, aunque poco tolerante con la Prensa. Salió del equipo y entró Horacio Cordero y nos hizo campeones. Allí se les sacó lo último a los jugadores que conquistaron el pentacampeonato. Viene una nueva generación, pero no es lo mismo. La gente pidió cambios, pero se empezaron a dar en esa ocasión y continuaron hasta que llegamos a la decepción del pasado torneo. Ahora viene la reestructuración del equipo.
Municipal trabaja las ligas inferiores de buena manera, pero no se refleja en las alineaciones.
Se hace la comparación con el Barcelona, de España. Sin embargo, la mayoría de equipos del mundo compran jugadores. Municipal les da un proceso a los jóvenes, pero depende del técnico.Tenemos el caso de Trossero, que decía que no se tenía nada, pero en ese momento ya daban sus primeros destellos, incluso en selecciones menores, Jaime Vides, Cristian Noriega, Marco Pappa y Julián Priego, entre otros. Después fueron tomados en cuenta, aunque hubo un entrenador que consideró que Pappa aún no estaba listo, y a los 15 días lo vendimos al Fire de Chicago, de la MLS. Son situaciones complicadas, pero tenemos la característica de manejar las divisiones inferiores de la mejor manera en un complejo único, que se logró en base a la venta de jugadores de la cantera.
¿Este último Municipal se acostumbró a perder porque les faltó mayor identidad como rojos?
Ese mismo cuadro perdió la final del anterior Apertura. La gente hace cuentas de que Municipal tuvo un año malo, cuando en realidad fueron seis meses. Tristemente, el equipo no tuvo fortaleza, identificación plena y coraje, factores que requiere un conjunto ganador, como ha sido la costumbre de los escarlatas.
El técnico que llega a Municipal tiene la exigencia de ser campeón. ¿Este es el caso de Fernando Díaz?
Eso él lo sabe, y si se lo preguntan, lo confirmará. Municipal se reestructuró para volver a ser campeón. Claro, somos 12 equipos y todos queremos ser monarcas. Díaz escogió a los jugadores, aunque uno puede sugerir, pero él contrató a los actuales futbolistas, nacionales y extranjeros, por lo que es el responsable de lo que suceda.
Fuente: Prensalibre