Yokohama. El Mundial de Clubes de 2012 pasará a la historia como el torneo de futbol que le dio la bienvenida a la tecnología, más allá de si Chelsea o Corinthians dan un nuevo título a Europa o Sudamérica, o si uno de los otros cinco equipos rompe la hegemonía de estos dos continentes.
El pasado 5 de julio la International Board, el órgano encargado de las reglas del fútbol, dio el visto bueno para que el Mundial de Clubes sea el primer banco de pruebas. El uso de la Tecnología de Línea de Gol (GLT por sus siglas en inglés) se concretó en los acuerdos firmados entre la FIFA y los proveedores Hawk-Eye Innovations y Fraunhofer IIS (GoalRef).
El británico Hawk-Eye (Ojo de halcón), ya implementado en el tenis, consiste en un sistema informático que genera una imagen de la trayectoria de la pelota, a través de cámaras de alta velocidad, que envía una señal al árbitro tan pronto detecta la entrada del balón en el arco.
Mientras que el otro sistema, el alemán GoalRef, es un microchip que se coloca en el balón y un campo electromagnético se crea en el arco a través de 10 sensores. Cualquier cambio en ese campo detrás de la línea de gol emite la señal.
Para que la tecnología pueda ser aplicada, antes de que ruede el balón los colegiados que dirijan los encuentros estarán obligados a verificar su buen funcionamiento mediante un examen específico realizado en ambas porterías.
La FIFA analizará los resultados de los dos sistemas utilizados en Japón, del 6 y el 16 de diciembre, y en el primer trimestre del 2013 decidirá cuál de ellos estará presente en la Copa Confederaciones Brasil 2013, que podría ser el mismo para el Mundial Brasil 2014.